jueves, 20 de noviembre de 2008

SILENCIOS

Comienzo de día.
Cama para dos con dos completa el cupo en un hotel simplísimo.
El sol por los espacios,
Con la imprudencia propia de una luz que no es pedida
Nos dijo que ya era tiempo de dejar atrás nuestra imprudencia.
La mujercita de sonrisa floja, al lado mío,
No prolongó nada.
Me miró y me abrazó como a su propia almohada.
El silencio duro después de la entrega,
El no tener cómo ni con qué decirse nada.
Sólo una muñeca de trapo
Pudo salvarme de la infamia del suceso
De aquel maldito silencio
Tres años después cuando regresé al lugar sin ella.

ENTREVISTA

Entrevista a David Suárez, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Central, realizada el 18 de noviembre de 2008.

JOHN JAIRO: ¿A qué le suenan los días lunes?
DAVID SUÁREZ: A nubes aglomeradas, a café, a encierro. Los lunes para mí son los días más perversos que existen, y me gustan, me atraen.
JJ: ¿Le gusta salir en las noches?
DS: Obvio. Yo más bien soy un ser nocturno, ¿no me ve las ojeras? El día es más liviano que las noches, aunque esté más plagado de presencias, pero la noche es más intensa, es atractiva, muy femenina.
JJ: ¿Cuándo fue la más reciente vez que lloró?
DS: Anoche. Y no recuerdo exactamente por qué. Tal vez por una frase encontrada en algún libro que estaba leyendo, o por algún dolor, por alguna mujer que no conozco y aún así, ya me vuelve trizas.
JJ: Eso suena muy depresivo
DS: Sí, sí. Yo soy muy depresivo, desde niño. En cualquier momento me deprimo, a cualquier hora, y lo más raro es que me dura. Una depresión a mí, perfectamente puede durarme un mes, o dos.
JJ: ¿Y cómo se siente ahora mismo?
DS: Mal, o bueno, un poco mal. Quisiera salir rápido a vacaciones. ¿Sabes?, creo que la Universidad me deprime, venir tantas veces a nada, a entristecerme, a buscar algo que no encuentro.
JJ: ¿Le parece depresiva la Universidad?
DS: Claro. Aunque hay ciertos lugares que la salvan, que le quitan ese manto triste y opaco.
JJ: ¿Cómo cuáles?
DS: La cafetería, por ejemplo.
JJ: ¿O sea que usted prefiere la cafetería a los salones de clase?
DS: Definitivamente, porque creo que es un lugar más intelectual que los mismos salones. Aquí podemos hablar de cosas existenciales, de cosas que nos preocupan, de cosas que están determinadas por la cotidianidad, en cambio en los salones de clase uno se siente raro, extraño, hablando de cosas que no son tan directamente relacionadas con uno.
JJ: ¿Y entonces por qué estudia en la Universidad?
DS: Por el pinche diploma (Risas).
JJ: Eso es durísimo.
DS: Pero es así, lastimosamente. Las Universidades han perdido los rasgos de las primeras que existieron en el mundo. Ahora son simplemente lugares en donde el conocimiento y la dialéctica casi no se ven por ningún lado y, en cambio, se han convertido en un negocio.
JJ: ¿Qué día es hoy?
DS: No recuerdo (Risas) ¿Quince? ¿Dieciséis? No recuerdo.
JJ: Bueno David, gracias por permitirme hablar contigo.
DS: Bien, no te preocupes, con gusto.

jueves, 13 de noviembre de 2008

¿EQUIDAD DE GÉNERO EN EL PERIODISMO TELEVISIVO COLOMBIANO?

¿Cómo podríamos hablar hoy de equidad de género en el periodismo en Colombia? Es difícil. Cuando vemos en el periodismo de televisión, especialmente, un reinado de mercados de silicona, cosmética, y atuendos. Sólo basta ver a las presentadoras de los canales privados para darse cuenta que, más allá de los intereses económicos marcados de estos canales en los que la información es un negocio, eso de la equidad de género gracias a esa clase de periodismo light, no existe.

En primer lugar, la demanda de periodistas profesionales serios, no parece tener cabida en ellos, salvo contadas excepciones, detalle que nos hace pensar en una especie de sepultura de las aspiraciones de profesionales de la comunicación social y el periodismo que quieran llegar a estos medios, y por otro lado, dado que esos estereotipos son más femeninos que masculinos, vemos cómo nosotros, los hombres en este campo, nos vemos relegados por ese mercado de modelitos que acaparan las esferas de la información televisiva.

Por eso me gustaría decir que, después de una misa, la información presentada por estos “personajes”, es lo más teatral que existe en la televisión colombiana. O si no, pongámonos a ver las semejanzas entre lo uno y lo otro, y para nombrar solo un caso: La cosa política. Este segmento de noticias RCN es eso, una puesta en escena con todo lo que eso implica: luces, maquillaje, vestuario, y lo que es más grave: un libreto. Y así sucede con algunos otros supuestos informativos de nuestra televisión, o segmentos de estos informativos.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

DESPEDIDA

No hay más multitud ahora en la presencia tuya de domingo a seis y media. Tus brazos vienen calavera a mí, fríos, no amor hinchado y caluroso ya, sino figura sufragio y flor escueta, andamiaje lleno de poco y de agrios inmediatamente grandes.

¿Cuándo llegaste a labios de crepé y cuerpo de mimbre, a pedazo de barro que dejó un zapato a su paso por una avenida?.

¿Cuándo a estatua que se derrite sin estruendo, a boceto simple de piel con lunares?.

Ahora sólo te quedan los anocheceres en los bares (sin mí), un buscar sin éxito un corazón a tu medida mientras tu silueta se desinfla y se llena de olores dolorosos como a fósforo apagado.

FACEBOOK: UN ARMA DE DOBLE FILO

Facebook. Yo no sabría cómo traducirlo: ¿Cara de libro?. Igual, si así fuera, yo no le vería problema, además porque me encantan los libros, incluso mucho más que las caras (aunque algunas mujeres estén dotadas de rostros muy literarios).
Pero tal vez, y aunque aparentemente la cara y el libro no tengan una relación directa, en el fondo sí la tengan, veamos por qué: Las caras aparecen claramente en las fotos que muchas personas publican, y los libros, son los datos que esas mismas personas publican inocentemente y que, de una u otra forma, permiten que se conozcan muchos detalles, incluso íntimos, sobre la vida de quienes allí aparecen. Y por ahí empieza el riesgo.
Datos íntimos, aparentemente sutiles, casi invisibles, que ponen en riesgo la integridad de las personas si, en algún caso, a cualquier escrupuloso, le da por utilizar esos materiales para beneficio propio, llegando incluso al extremo de incluirlas en extorsiones, o prostitución.
De todas formas, cada uno sabe a qué se expone, y si alguien decide abrir una cuenta en Facebook, sabe que si no cuida de la información que presenta, puede terminar en problemas.